ESTUDIO DEL PROCESO HISTÓRICO
1. PAISAJES ANTIGUOS Y MEDIEVALES.
1.1.- EL PALEOLÍTICO
La existencia del hombre prehistórico es muy antigua en
nuestra región, pues ya en el Paleolítico Inferior, había grupos humanos
instalados en las grandes arterias fluviales, como demuestran los diversos
yacimientos en los que se han encontrado industria lítica perteneciente a la
cultura Achelense como son: Pinedo en Toledo, Molino del Emperador en el
Guadiana, cuenca del Bullaque y cuenca del Jabalón. La presencia humana se
mantiene durante el Paleolítico Medio, aunque los yacimientos son menos
frecuentes (aparecen restos del hombre de Neanderthal). En el Paleolítico
Superior, aparece el Homo Sapiens, con una antigüedad de 40.000 a 10.000 años,
dejando numerosos restos de su actividad lítica y artística.[1]
En este paisaje se da una simbiosis hombre-paisaje. Los únicos
utensilios usados por el hombre serán las piedras, comúnmente conocidas como
los siles, por lo tanto, nos encontramos con un hombre dependiente totalmente
del paisaje y que se moverá alrededor de las zonas donde haya más
afloramientos de siles y al vivir al aire libre lo más cerca posible del cauce
de los ríos, donde encontramos los yacimientos, que aunque sean pocos, debido a
la discontinuidad que se da en la ocupación del territorio, porque no se
adaptan a los cambios climáticos o glaciaciones cuaternarias, no dejan de ser
importantes ya que gracias a ellos y a los fósiles encontrados, podemos
hacernos una idea de cómo era el clima y la fauna de ese tiempo. Estos cambios
climáticos obligan al hombre a usar y descubrir nuevos medios técnicos para
sobrevivir.
Los yacimientos más destacados de la zona donde queda ubicado el término de
Madridejos, es decir, en la comarca de La Mancha, son:
- Argamasilla de Alba:
109 -> El Pincho. Yacimiento del
Paleolítico Medio.
110 -> Muturras. La mayor
proporción de piezas con talla “levallois” , del Paleolítico Medio.
111 -> Santa María del
Guadiana. Achelense Inferior Arcaico.
112 ->Vereda Suroeste. Achelense
Superior.
113 -> Las eras. Achelense Inferior
Arcaico.
114 -> Los areneros.
Yacimiento en que recogieron materiales
del Achelense Inferior.
- Socuéllamos:
128 -> Balneario de la
Hinojosa. Paleolítico Medio.[2]
(Véanse los yacimientos en el mapa adjunto: Paleolítico y
Neolítico)
1.2.- EL NEOLÍTICO
Supone
la introducción de las prácticas agrarias, ganaderas y del uso de la
cerámica. En la Mancha, lugar que nos ocupa, la presencia humana se da a partir
del 3º milenio a.C., en el Bronce (1.800-700 a.C.), cuando, cómo dijimos en el
Paleolítico, el hombre descubre técnicas para dominar y sobrevivir en la
naturaleza. Ocupará los mejores suelos y llanuras, al ser la llanura manchega
muy dura, la poblarán y trabajarán, gente que atraviesa el Segura y el
Guadalquivir, que ya conocen más técnicas. La penetración en la Mancha se
hace aprovechando las cuevas, dándose la Etapa Epígea, aprovechando aún los
ríos.
En este período se encuentran menos yacimientos que en el Paleolítico, debido
a que el cambio climático y lo que ello conllevó. Los dos yacimientos ubicados
en la Mancha, cercanos a Madridejos son:
- Alcázar de San Juan: 34 -> Cerro de
la Horca
35 -> Cerro de San Antón11
(Véanse los yacimientos en el mapa adjunto: Paleolítico y Neolítico)
Tenemos que señalar que la generalización del Neolítico es muy tardía en la Región y frecuentemente va unida al uso de los metales.
A partir del 3º milenio a.C. se introduce en la Península
Ibérica la metalúrgia del Cobre y del Bronce, extendiéndose la agricultura y
la ganadería. Esta época de transición entre el Neolítico y la Edad de los
Metales, denominada Bronce I, va unida en la región a la existencia de unas
pinturas simbólicas y esquemáticas.
1.3.- EDAD DE LOS METALES
1.3.1. Edad del Bronce:
A partir del 2º milenio a.C. la metalúrgia del bronce se
generaliza y comienzan a diferenciarse culturas regionales que en Castilla la
Mancha se manifiestan en yacimientos que tienen relación con las grandes
culturas de la época.12 Es la llamada Edad del Bronce, caracterizada porque
los hombres salen de las cueva pues pueden hacerse un chozo, refugio y un pozo,
con lo que no tendrán por qué depender del río.
La cultura más característica de la región es la de las Motillas,
elevaciones artificiales del terreno por medio de anillos concéntrico que
permiten saber que el hombre sabe hacer monumentos de piedra, usarla para
protegerse, que puede construir la falsa cúpula por aproximación de piedras,
con lo que se reconoce una gran evolución en la técnica arquitectónica. Estas
Motillas se extendieron por toda la Mancha y además de la Motilla de Azuer en Daimiel, la más cercana a Madridejos es la Motilla de los Romeros en Alcázar. Estas
construcciones vienen a ser un sistema de poblamiento y además de darse en la
zona llana, a veces están cerca de los ríos, no siempre.
Como yacimientos más importantes dentro de la comarca que nos
ocupa, tenemos los encontrados en Alcázar de San Juan, y son:
67 -> La Vega. Necrópolis a la
derecha del río Cigüela, con vasos de cerámica. Bronce Final.
68 -> Casa de las Motillas de Pedro
Alonso. Estructura central o torre, alrededor de la cual afloraba otra
construcción. Bronce Medio.
69 -> La ya nombrada Motilla de los
Romeros. Bronce Medio.
70 -> Cerro de Martín Juan. Bronce
Inicial y Medio.
71 -> Motilla de Bellavista.
Poblado del Bronce Medio.13
(Veáse mapa adjunto: Edad del Bronce)
Además de las Motillas, en las zonas no llanas se construían los Castellotes,
más pequeños que las Motillas pero más altos. En el Bronce se dan yacimientos
de superficie como la cerámica.
En la Motilla se encuentran casas cuadrangulares con lo que la construcción es
muy evolucionada por ser más sencillas las casas redondas. Se cubren con falsa
cúpula que evolucionará hasta la bóveda (demuestra las distintas culturas
que pasan por la Mancha) En la Motilla se practica la agricultura, sirven como
granero y parece que se da un pequeño comercio y al ser defensiva, son de
cultura militar. Se sigue practicando la caza y sobretodo en los Castellotes
aparecen los pozos. Las Motillas podían asociarse a las tribus que más tarde
pasarían a ser pueblo con la cultura ibérica.
1.3.2.
Edad del Hierro:
Al iniciarse el 1º milenio a.C. se producen una serie
de acontecimientos a nivel peninsular que repercutirán en la región,
produciendo modificaciones culturales y económicas. Se trata de la penetración
por el Norte, de pueblos hallstáticos de origen indoeuropeo, que aportan la
metalúrgia del hierro, los cuales proceden de los poblados celtibéricos que
van a proliferar en el Norte de la región, pasada la mitad del milenio, con
importantes necrópolis de urnas.14
En
esta edad, los yacimientos más destacados de la comarca son:
- Pedro Muñoz: 99 -> Cerro de
las Nieves. Viviendas rectangulares con muros
de adobe y mampostería de los siglos V-IV a.C.
- Corral de Almaguer: 71 -> Cerro del
Castillo-Gollino. Del S. V a.C.15
(Veáse mapa adjunto: Edad del Hierrro)
Otro
de los grandes acontecimientos del milenio fue el establecimiento en los lugares
estratégicos de la costa mediterránea peninsular, de fenicios y griegos, y su
penetración comercial y cultural hacia el interior de la península. Estas
colonizaciones producen con el paso del tiempo el contacto de las culturas
autóctonas con las más avanzadas del Mediterráneo Oriental, y el resultado
será la formación de una rica cultura original denominada Ibérica, que se
desarrolla en la segunda mitad del milenio. Con la aparición de los pueblos
ibéricos, las motillas empiezan a desaparecer y a crearse poblados amurallados
y concentrados en menos sitios. Esta cultura tuvo gran influencia cuantitativa y
cualitativa en Castilla-La Mancha, aunque en la provincia de Toledo no se
encuentren restos.16
1.4.- ÉPOCA ROMANA
Hasta el 700 a.C., las últimas motillas están
ocupadas pero se da una ocupación fuerte del territorio. A partir del 700 a.C.,
hay influencias exteriores y se comienzan a crear los poblados ibéricos. Esta
cultura autóctona del bronce manchego entra en crisis debido a la 2ª Guerra
Púnica, con lo que se produce la destrucción de lo existente por las tropas
cartaginesas y romanas.
La penetración militar de Roma en los territorios de Castilla-La Mancha
y el control de los principales núcleos de población prerromanos, entre ellos
Toletum, Oretum,..., se producen a comienzos del S. II a.C., poco después del
inicio de la conquista de Hispania, provocando una gran transformación en el
paisaje ibérico ya existente. Los romanos aportan a este paisaje las guerras y
la colonización una vez conquistados el territorio. A partir de este momento,
los sistemas políticos, las estructuras económicas y las culturas de los
pueblos que ocupan estas tierras (carpetanos, oretanos, lusones y olcades) se
diluyen progresivamente, dando paso a un sistema impuesto por los conquistadores
para lograr una más racional e intensiva explotación del territorio.17
Debido a lo anterior cambian varias cosas: Se da la introducción de la
propiedad jurídica y la explotación de la tierra. La gran propiedad trae
consigo la instalación de los villae que son grandes casas de labor, en las que
la tierra se dividía en 3 partes (1: Libre para la caza y los pastos; 2:
Comunal; 3: La gran explotación que pertenece al jefe, construye la casa y
chozas alrededor, dando lugar a las villas, cuya creación tiene lugar
durante el Bajo Imperio, al darse un proceso de ruralización que se materializa
en la proliferación de dichas villas para dirigir un gran dominio agrario.18)
En Castilla-La Mancha
tenemos ejemplos de estas villas y entre las más cercanas a Madridejos, dentro
de la comarca manchega, tenemos en Alcázar de San Juan: 61 -> Alces. Donde se han encontrado restos de
muros, hipocaustum, estucos pintados y mosaicos de dibujos geométrico y
rectilíneos. Otro yacimiento que encontramos también en Alcázar es: 62 -> Alameda de Cervera.19
Dos elementos clave de esta nueva organización del territorio fueron: las
ciudades y la red de calzadas. Aunque en épocas prerromanas existían núcleos
urbanos de cierta importancia, es con la romanización cuando la ciudad toma
importancia en la región. No son grandes pero sí importantes, a partir de
ellas la cultura romana irradia al campo. Cada territorio, está bajo su
influencia, desde donde se coloniza. Al colonizarse las ciudades se mejorarán
las rutas, se crearán los puentes y las calzadas. Estos territorios se van a ir
colonizando con los villae que van ligados a
una gran propiedad denominada villa. El
auténtico nudo de comunicaciones será Toletum y entre las ciudades más
importantes como Segóbriga, Ercávica,... se encuentra Consabura, término
colindante por el Este con Madridejos. Se crean los municipium, ciudades
romanas, centros administrativos a partir de los cuales parten las rutas que
posteriormente explicaremos. Cuando estas ciudades llegan a su mayor auge en el
Alto Imperio, en cuanto a población y desarrollo urbanístico, se llevan a cabo
multitud de obras públicas para atender los numerosos servicios que las urbes
proporcionaban a sus habitantes, a semejanza de la capital romana. En Consabura
podemos encontrar restos de una presa, resultado de dichas obras públicas.
Referente a las
rutas o red de calzadas, decir que comunicaban las ciudades con el resto de
Hispania y áreas productivas importantes, facilitaban el control administrativo
y militar de las provincias, además de la intensa explotación agraria y minera
de sus territorios. Había una red principal donde se hallaba Toletum, otra de
las rutas pasaba por Consabura, probablemente también por Madridejos.20
(Veáse mapa adjunto sobre la época romana)
Para finalizar esta etapa, resumir que lo que dejan los romanos sobre la
Mancha, son las rutas, los municipium, las villas a partir de las cuales
crecerá la población, el empleo del burro, el arado a mano, el uso del
ladrillo y la piedra para los edificios y obras públicas.
1.5.- EDAD MEDIA
Es
el período que va desde el S. VIII-XV. La Edad Media comienza con una crisis
demográfica con lo que empiezan a desaparecer algunas de las ciudades
existentes. De la etapa en la que los pueblos germanos estuvieron en la Mancha,
han aparecido algunos yacimientos pero que no se sitúan en la cercanía del
término objeto de estudio sino en la provincia de Ciudad Real.
Las tierras
de la Mancha, ya habían padecido un proceso despoblador antes de la entrada de
los musulmanes (711 d.C.) cuando cae el Imperio germano. Tal circunstancia de
decadencia facilitó el éxito de los musulmanes en el S. XVIII, que no hallaron
obstáculo en su marcha hacia Toletum. A la Mancha llegan los bereberes, que son
un pueblo dedicado al pastoreo con lo que queda como tierra buena para la
ganadería y asentamientos agrícolas, por ello, se dará en la Mancha una
cultura pastoril que llega a ser tradición manchega. Para el desarrollo de esta
actividad, utilizan los mansón visigodos que antes eran las villas y que ahora
pasan a llamarse arquerías.
La Mancha queda como zona de paso entre Toledo y Córdoba; y entre Toledo
y Murcia. Su riqueza viaria y su posición céntrica, habían de convertirla en
tierra de contiendas. Los años en los que los musulmanes permanecieron en ella
son años de Razzias, sistema de guerras en los que los toledanos prendían
fuego a las chozas y tierras árabes. Eran guerras de destrucción que
contribuyeron a aumentar la desertización y a hacer que la Mancha sea una zona
de baja densidad de población durante el S. IX y que se mantiene en el X y el
XI, cuando la población empieza a recuperarse durante el reto de Toledo a
Córdoba, donde se formó el núcleo más importante de la cuenca del Guadiana.
Sobre un emplazamiento estratégico se había alzado pronto el castillo de
Calatrava. Había otra fortificación alzada en Alcázar de San Juan, término
cercano a Madridejos. Fue Alfonso VI quien ganó el Reino de Toledo al cual
pertenece Madridejos.
En este paisaje de Razzias y destrozos, en el campo se imponía el valor
del castillo.
Alfonso VII inició en el S. XII la recuperación, ampliando la
repoblación. Al sur de la provincia de Toledo entregó castillos con
amplísimos territorios a varios nobles, entre ellos Consuegra al cual
pertenecía Madridejos por la amplitud y cercanía del territorio, que cedió a
Rodrigo Rodríguez en 115. Atendiendo al peligro por parte del campo de Montiel,
entregó a la Orden de San Juan, a la que pertenece Madridejos, el castillo de
Uclés que luego pasó a manos de la Orden de Santiago. A partir de 1171, lo castillos pasan a ser
propiedad de las Órdenes Militares (entre ellos el de Consuegra) que se
encargarían de dominar el territorio al frente de los castillos de los nobles. La repoblación hallaría un freno en
los cultivos de cereales, necesarios para grandes asentamientos de gente. En
1214, se produjo un gran descenso de la población por la epidemia y el hombre.
Hablando más concretamente de la
Orden o Priorato de San Juan, diremos que sus dominios abarcan territorios de la
provincia de Toledo y Ciudad Real. Dominaba al finalizar la Edad Media, una
extensión de 398.336 hectáreas; le pertenecían los municipios de Las Labores,
Arenas de San Juan, Villarta de San Juan, Puertolápice, Herencia, Alcázar de
San Juan y Argamasilla de Alba, y de la actual provincia de Toledo, Tembleque,
Villacañas, Los Yébenes, Consuegra, Urda, Madridejos, Camuñas, Villafranca de
los Caballeros y Quero. (Veáse mapa adjunto de las Órdenes Militares).
La base decisiva de esta orden, fue Consuegra (Consabura), obtenida en
1183, quedó en la frontera desde 1197, no sufrió ataques almohades por la
tregua firmada ese año. Poseía el control del comercio meridional. Por su
carácter fronterizo, a finales de siglo construyó nueva fortaleza y pasaba a
ser cabeza activa de un amplísimo territorio dentro del cual se situaba
Madridejos.
En 1228, Pedro Fernández (comendador mayor) y Juan Iñiquez (prior de
Castilla) llegan a un acuerdo relativo a las iglesias de Consuegra y Peñarroya,
con el arzobispo toledano, las que se poblasen se regirían como la primera.
También llegan a un acuerdo con la O. De Santiago, delimitando los términos,
dejando sin poblar los villares próximos a los límites comunes.
Desde 1236 a 1248, el prior autoriza al comendador de Consuegra para
ordenar las correspondientes pueblas en los lugares elegidos, determinando:
número de pobladores, tierras, solares a repartir entre ellos, derechos de los
mismos, términos y límites. De esa forma en tierras de esta provincia de
dispuso la población con diversas pueblas entre ellas la de Madridejos en 1238.
En total 14 pueblos de la O. De San Juan para 1.500 vecinos pobladores con una
superficie de tierra laborable de 150.000 fanegas.21
No hablamos de tierras de realengo que se limiten al municipio de Ciudad Real,
ni de señoríos nobiliarios, pues el territorio era dominado totalmente por las
Órdenes Militares, a las que se les pagaba el diezmo.22
Con respecto a los yacimientos medievales hay algunos en la provincia de
Toledo pero ninguno en las cercanías de Madridejos ni en la comarca de la
Mancha.
Por último, los pueblos se crean sobre ruinas antiguas, su posibilidad
será escasa en la Edad Media, hasta la llegada de los Reyes Católicos (S.
XV-XVIII).
2. PAISAJES MODERNOS
A partir del 1.500 aproximadamente, reinado de los Reyes
Católicos, la población de la Mancha se empieza a consolidar, formándose las
poblaciones, con la repoblación del territorio. En la etapa de los Austrias con
la creación de la feudalización se da un crecimiento malogrado.
En el S. XVI, el porcentaje del total de habitantes de la Mancha de la
demarcación del Campo de San Juan, a la que pertence el término municipal de
Madridejos, era en 1530 de 11,11%; en 1561 de 12,97%; en 1591 de 14,43%; en 1693
(S. XVII, siglo en el que se da una decadencia absoluta) de 13,78%, habiendo una
porcentaje del territorio igual a 11,30%.(Veáse cuadro I)
A lo largo del S. XVI, puede apreciarse el mayor protagonismo de las comarcas de
Quintanar de la Orden y Priorato de San Juan, típicamente cerealistas y
vitivinícolas.
Para estudiar el poblamiento de la Mancha, más concretamente el Campo de San
Juan, dividiremos los pueblos en 3 categorías: Pequeños de menos de 1.000
habitantes; medianos entre 1.000 y 4.000 habitantes y grandes de más de 4.000
habitantes. En el Campo de San Juan se observa que en 1591 hay 4 núcleos
pequeños con un 7,54% de habitantes; 5 núcleos medianos con un 29,79% de
habitantes y 4 núcleos grandes con un 62,67% de habitantes;en 1690/93
hay 4 núcleos pequeños con un 6,06% de habitantes; 5 núcleos medianos con una
34,83% de habitantes y 4 núcleos grandes con un 59,11% de habitantes. Después
de estos datos, sólo queda decir que la mayoría de los que vivían dentro del Campo de San
Juan, lo hacían en localidades grandes, debido a que en esta región había una
de las villas más importantes de la Mancha, Alcázar de San Juan.(Veáse cuadro
2)
En el S. XVII, se da una fuerte regresión, las localidades medianas toman la
iniciativa con respecto a las grandes.
Haremos un balance global de la evolución de la población según unas fechas,
y como se observa en el cuadro 3, en el Campo de San Juan se da un gran
crecimiento durante el S. XVI, pero en el S. XVII, el porcentaje de crecimiento por año llega a ser negativo.
Este crecimiento se explica con la existencia de una fuerte corriente
inmigratoria, además en el S. XVI se asiste a la fundación de nuevos núcleos.
Más concretamente diremos que en el Campo de San Juan de 1530 a 1561, hay un
crecimiento del 81%, globalmente la Mancha creció un 55%. Si pasamos a hablar
del crecimiento que se da en Madridejos podemos decir que hay un pequeño
crecimiento entre 1561 y 1575 de 516 habitantes, pero que decrece en 1586, 532
habitantes, luego sigue creciendo la población hasta 1597, llegando a 7.240
habitantes. Al pasa r al S. XVII, vemos la consecuencia de la decadencia que se
da, pues la población disminuye, llegando a ser el crecimiento negativo (-
50,04) desde los años 1591-1690/93.(Veáse cuadro 4)23
Este proceso de crecimiento conlleva un crecimiento económico que se traduce en
un aumento de las roturaciones, pasando las zonas de matorral y pasto a zonas de
labor. Hay un descubrimiento de nuevas técnicas de producción, se sustituye el
buey por la mula, con lo que se crea una ley para la protección de la mula por
parte de los castellanos del norte y que seguirá vigente hasta la llegada de
Fernando VI.
La Mesta por su parte, comienza a caer, el paisaje natural queda afectado pues
no hay leña suficiente, con lo que se comienza un sistema de apropiación de
tierras o venta de baldíos y comunales (Proceso de privatización).
A partir del S. XVII, los pueblos se arruinan debido a las pestes y a la
expulsión de los moriscos, que dejan las tierras sin cultivar, como
consecuencia, los pueblos se quedan sin habitantes y se empiezan a pagar las
primicias.
Con respecto a los latifundios en la provincia de Toledo, hay que decir que
tiene 1.478.369 hectáreas útiles, 686 fincas ocupan 493.643 hectáreas, el
33,83%. Las fincas menores de 100 a 250 hectáreas reúnen muy poca extensión y
las de 10 a 100 hectáreas, el 12% lo que significa la poca importancia de la
propiedad media. Las fincas pequeñas hasta 10 hectáreas, suman el 48% del
total, siendo el porcentaje más elevado de todas las provincias latifundistas,
aunque estas fincas pequeñas no
pasan de las 5 hectáreas. En un mismo pueblos se da el latifundio mezclado con
el minifundio.
Los partidos de la parte oriental y meridional, entre ellos Madridejos,
constituyen la comarca de la Mancha Baja, tienen pocos y grandes términos de
características netamente manchegas (llanos, gran parte parcelada y dedicado al
cultivo del olivo y la vid. Cuando no hay viñas, son fincas de grandes
extensiones).
Dentro de la provincia hay que destacar el partido de Madridejos, análogo a los
otros que componen la provincia, compuesto términos muy parcelados. Dentro del
partido están: Consuegra, Urda, Camuñas, Villafranca y por último, Madridejos, con 2 grandes
fincas que ocupan 4.968 hectáreas. Para constatar estos datos véase
3.- PAISAJE ACTUAL.
Esta época va desde el S. XIX al XX, y es cuando se dan las
desamortizaciones de Mendizábal y Madoz.
La desamortización, junto a la desvinculación y la abolición de los
señoríos, es la medida central e indispensable tanto para la liquidación de
las estructuras del Antiguo Régimen como para el triunfo de la causa liberal en
España. Se pretendía transformar el modelo económico del Antiguo Régimen por
otro basado en los conceptos de propiedad y libertad, y también se intentaba
canalizar las aspiraciones de la burguesía que se proveía de poder político y
económico. Con la desamortización se destruían los soportes institucionales
del Antiguo Régimen: la Iglesia y los municipios. A finales del S. XVIII, se
dio la desamortización de Godoy que en nuestra región afectó a instituciones
eclesiásticas de segundo rango y las ventas no alcanzaron cantidades
significativas.
- DESAMORTIZACIÓN ECLESIÁSTICA: Es la denominada desamortización de
Mendizábal y Espartero, en ella se ponían en venta bienes del clero regular y
los del clero secular. El peso del patrimonio eclesiástico de la provincia de
Toledo, es evidente, pues aporta el 67% del total regional, habiendo 10.586
fincas vendidas, con un remate de 159,8 millones de reales, siendo el 55,7% del
porcentaje regional y un 4,9% del nacional, con lo que Toledo, será la segunda
provincia de España en riqueza y por ello, fue la gran protagonista en la
desamortización eclesiástica en Castilla la Mancha. Todo ello viene a decirnos
que con los bienes vendidos en ella, la administración consigue más de la
mitad de los ingresos por ventas de la región, aproximadamente 160 millones de
reales, siendo su cotización el 239%, superando esto la media regional,
demostrando la fuerte demanda de los bienes eclesiásticos toledanos, de los que
se vendieron fincas que suman el 5% nacional.(Véase cuadro 7)
- DESAMORTIZACIÓN GENERAL: En 1855, Pascual Madoz (comprador de bienes
desamortizados en el período anterior en la provincia de Toledo) ponía en
marcha, de nuevo, la desamortización eclesiástica ralentizada por los
moderados a partir de 1844, ampliándolo a los bienes de otras muchas
instituciones como municipios, propios y comunes; beneficiencia; instrucción
pública y estado.
Esta desamortización destaca por el enorme volumen de los bienes en venta y por
su amplitud cronológica, ya que se desarrolló durante buena parte de la
segunda mitad del S. XIX y primeras décadas del XX.
Como en la anterior, la provincia de Toledo es la que aporta un mayor
número de fincas vendidas y un mayor volumen de ingresos para la hacienda,
alcanzando el 6% del total nacional, con una cotización del 231%, las fincas
son 5.785 con una tasación de 19.8 millones de reales y el remate fue de 46,1
millones de reales (Véase cuadro 8)
La segunda fase de esta desamortización, se va a desarrollar durante
prácticamente toda la segunda mitad del siglo, desde que en 1858, se decidió
su reanudación. La provincia de Toledo, sigue siendo un lugar donde se registra
un mayor número de ventas, 22.517 fincas con una tasación de 149,1 millones de
reales y un remate de 303,8 millones, cotizados en un 204% siendo el 4,3% del
total nacional.(Véase cuadro 9)
Las instituciones más perjudicadas, fueron los municipios. La mayor parte de
los remates procedían de la venta de bienes propios de forma uniforme en toda
la provincia, sobretodo en Toledo. Estas ventas supondrán un rudo golpe para la
economía de muchos municipios castellano-manchegos y, por tanto, para su
autonomía política. Sus mayores consecuencias serán sociales, ya que buena
parte de los campesinos se ven privados de una base esencial para el equilibrio
presupuestario municipal y doméstico.
- CONSECUENCIAS DE LA DESAMORTIZACIÓN: En Toledo, es donde se observan las
zonas en las que se da un importante trasvase de tierras (313.161 hectáreas).
La desamortización general puso en el mercado una enorme cantidad de fincas,
1.114.053 hectáreas.(Véase cuadro 10). La desamortización del S. XIX,
significó la venta de cerca de 1 millón 400 mil hectáreas, el 17% de la
superficie regional.
La desamortización no supuso, en principio, ninguna modificación general de la
estructura de la propiedad, en las provincias con tendencia al latifundio como
Toledo, éste se reforzó. Otra de las graves consecuencias de la
desamortización, especialmente de la general, fue el deterioro de los montes y
de la masa arbórea forestal.
La nueva propiedad a pesar de ser ya burguesa y capitalista, seguirá en un
estado de desarrollo primitivo, que no permitirá ni un importante crecimiento
demográfico, ni evitará la secular emigración. Con la desamortización se
avanzó a la nueva propiedad burguesa donde se reproducían básicamente los
antiguos métodos de explotación y cultivos.
Esta burguesía provinciana orientará sus inversiones hacia la agricultura,
ocasionando, la práctica desaparición de las actividades no agrícolas y la
ruralización de los núcleos de población más importantes, incluidas las
propias capitales de provincia.
La desamortización también originó el debilitamiento de los pequeños y
medianos propietarios, a los que se les había negado una mayor participación,
con lo que se da un endurecimiento de sus condiciones de vida debido a su
explotación como renteros o a su excesiva proletarización.
- GEOGRAFÍA DE LA DESAMORTIZACIÓN: En pleno período desamortizador, se
produjo la segregación de algunos municipios a los que se les adjudicó un
nuevo territorio, aunque éste no es el caso de Madridejos. La de Madoz, tuvo
una amplia repercusión, ya que se pusieron en venta bienes radicados en 92
términos municipales. En todas las comarcas hubo una indudable repercusión de
las desamortizaciones, las menos afectadas fueron la Comarca de Montes-Sur y la
Comarca de la Mancha, a la que pertenece Madridejos, donde hubo un 14,0% de
superficie en venta.(Véase cuadro 11).
5.- CAPÍTULO III: MADRIDEJOS HOY.
Esta época ve desde el S. XX-XXI. Terminamos la Edad
Moderna, hablando de la población de Madridejos en 1787 según el Censo de
Floridablanca, hemos sufrido un descenso de la población en el S. XVII y XVIII,
debido a las pestes y a la expulsión de los moriscos y por último, hemos
participado en las desamortizaciones de la época contemporánea. Ahora, en el
S. XX, a finales ya, encontramos de nuevo datos de la población, aunque hay un
período del que no hemos podido conseguir información por haber sido destruida
durante la quema del Ayuntamiento en la época de la Guerra Civil (1936), pero
intentaremos hacer un breve comentario de la evolución de la población desde
1990 hasta nuestros días.
Madridejos, tuvo en
1900, 7.158 habitantes y en los 30 años siguientes, creció un 17%, sobretodo
en el decenio 1920-1930, con 900 habitantes más.
En
el período 1930-1940, disminuyó debido al descenso de la natalidad, motivada
por la crisis económica imperante en aquellos años, aspectos sanitarios y
principalmente la Guerra Civil, pasando de 8.651 a 8.227 habitantes en 1940.
Entre 1940-50, la población tuvo su mayor aumento, con más de 1.400
habitantes, creciendo más que a nivel provincial.
Desde 1950 hasta 1975,
se sucedieron años de pérdida de población y otros de aumento, observando el
conjunto de estos 25 años, Madridejos sólo creció 76 habitantes, la
emigración a las capitales más pobladas del Estado e incluso del extranjero,
fue la causa que motivó esta pérdida de vecinos.
A partir de 1975, aún
existiendo emigración, la población está aumentando en unos 200 habitantes
cada 5 años. La población de 1986 es de 10.189 habitantes.30
Desde
1986 hasta 1991, se continúa con el aumento en 200 habitantes habiendo algún
año de descenso como en 1989 que baja de 10.325 en 1988 a 10.291 en el 89, pero
vuelve a subir en 1990. En el período 1991-1993, la población crece casi 100
habitantes por año, en 1994 se produce un descenso aunque en 1995 aumenta 40
habitantes pero a partir de éste, la población disminuye poco a poco hasta
nuestros días, 1998 teniendo Madridejos una población igual a 10.490
habitantes.31
Después
de comentar la población en general, señalar que si la analizamos según la
edad de los habitantes vemos que se trata de una población joven, pues donde hay más población es entre los 16-64
años, siendo en 1991 de 6.333 habitantes, dentro de los cuales se dan más los
habitantes casados que los solteros, viudos o separados, esta cantidad es igual
a 5.321 según el censo de 1991 (cosa que también se cumple en años
anteriores, según el censo de 1981, de cada 100 habitantes, 72,7% eran
casados). Si lo hacemos atendiendo al grado de instrucción, en 1981, de cada
100 habitantes 40,9 tenían el primer grado, pero eso cambia en 1991, donde una
gran parte, 3.364 habitantes de 8.934 totales, están sin estudios, es decir,
hay un gran analfabetismo en los tiempos que tenemos, donde se ha llegado a dar
una escolarización total, pero que unido al mayor envejecimiento de la
población, propicia que la tasa de analfabetos se mantenga por encima de la
media nacional. En Madridejos, es el grupo de ciudadanos entre 40-60 años,
quienes tienen mayores niveles de analfabetismo, aunque no todos lo son,
simplemente hay personas que no han podido estudiar pero poseen buenos niveles
culturales. Las tasas de escolaridad hay que decir que han aumentado debido a la
Educación Obligatoria que mantiene hasta lo 16 años a las personas, con lo que
los que antes pronto se iban a “trabajar”, ahora siguen en la escuela hasta
tener edad.
En
Madridejos hay bastante población activa, la tasa de 1991 es de 44,37% frente
al 9,55% de tasa de paro. Lo que sí ha cambiado un poco ha sido la población
según los sectores económicos, en 1981 se ocupaban del sector servicios un
32,9% de la población seguido por el 28,3% en agricultura, pero en 1991 vemos
como la gran parte está en la construcción 1.146 habitantes seguido por los de
servicios 914 habitantes, ya que la agricultura ha perdido importancia, aunque
se sigue dando la plantación de viñas y algunos olivos. Lo que si se ha
mantenido constante desde 1981, ha sido la población según la situación
profesional, en el sentido de que la mayor parte son asalariados, en 1981 el
54,2% y en 1991 2.215 habitantes.32 (Véase cuadro 12)
Para
acabar de comentar la situación actual nos falta hacer un breve comentario del
aspecto agrario de Madridejos, basándonos sobretodo en el censo agrario de
1972.
Como
se vió anteriormente, la población pasaba del sector de agricultura a ocupar
el de construcción y servicios, al perder importancia la agricultura, el
número de explotaciones agrarias disminuye, pasando de 2.064 en 1962 a 1.139 en
1972. Estas explotaciones son clasificadas según el número de hectáreas,
y van desde 0,1 a 2.500 y más. Al analizar la cantidad que hay de cada
extensión, vemos que las que más abundan son aquellas que van de 10 a 19,9
hectáreas (268 explotaciones) siguiéndolas las de 5 a 9,9 hectáreas (236
explotaciones) y las que van de 20 a 29,9 hectáreas (145 explotaciones), luego
hay otros dos tipos de explotaciones que poseen la misma cantidad pero por
debajo de las 100 explotaciones, son las de 1 a 1,9 hectáreas y de 30 a 49,9
hectáreas, con 85 explotaciones cada una. Las demás existen pero son menos,
con lo que se dan las explotaciones medianas.
De los
empresarios que hay a cargo de las explotaciones la mayoría son agrarios (770
empresarios) y con edad comprendida entre 35-54 años.
Por
último, decir que la superficie geográfica de las explotaciones asciende a
26.213 hectáreas, la superficie censada es de 25.365, siendo labrada 21.396
hectáreas y no labradas 3.969 hectáreas. De esta superficie censada, 19.978
Ha. Son propiedad, 2.822 Ha. arrendamiento y 2.565 Ha. aparcería.
Sobre la parcelación
observamos que hay un total de 12.405 Ha. De parcelas de las que la mayoría se
reparte entre las que ocupan de 0,5 Ha-1 Ha (%.363) y las que ocupan de 1 Ha.-5
Ha. (5.211), con lo que la parcelación también tiende a un término
medio-bajo.33 (Véase cuadro 13).
Para concluir esta
parte, señalar que Madridejos no posee ningún centro de interés cultural,
pues no se han encontrado en él ningún resto que pueda constatar la existencia
en sus tiempos de culturas antiguas, prehistóricas.
Aunque he de destacar
las Iglesias que tienen su antigüedad pues ya existían en 1757 (año de las
relaciones topológicas), también decir que como paisaje digno de ver son las
Sierras, fruto de las últimas estribaciones de los Montes de Toledo donde se
sitúa la Cueva de Castrola con pinturas en su interior pero que no han sido
estudiadas.
6.- DEMOGRAFÍA.
En este apartado, comentaremos brevemente, los índices de
evolución de la población en el término municipal de Madridejos, con respecto
a la provincia de Toledo y a la comarca a la que pertenece, la Mancha.
Siguiendo los datos que se encuentran
posteriormente, hemos elaborado una gráfica para establecer esta relación y
comparar cómo ha sido el crecimiento, y si alguno ha destacado más que otro.
Como se puede observar, el índice de
evolución de la Mancha, llegó a su máximo, en 1950 (142,10) al igual que la
provincia de Toledo, también en 1950 (139,98), en cambio, el máximo en
Madridejos fue en 1970 (138,97). A partir de estos años, el crecimiento o mejor
dicho decrecimiento de la población ha sido bastante pronunciado, pues en la
Mancha, de 142,10 en 1950, se ha llegado a 110,63 en 1980; en Toledo, este
decrecimiento no llega a ser tan pronunciado, pues aunque baja hasta 123,20 en
1970, aumenta levemente a 125,21 en 1980; Madridejos, sin embargo, lleva una
curva de crecimiento muy señalada, siendo el índice en 1980 de 138,39, o sea,
muy cercano este valor al máximo que posee en la gráfica. Los datos los he
tomado del Mapa de Aprovechamientos y cultivos.
En conclusión, como se constata en la
gráfica, los índices en la comarca, van en disminución, seguidos por los de
la provincia, que ya van creciendo, aumentando, mientras que los de Madridejos,
no han sufrido muchos cambios, siendo normalmente en orden creciente.
Puede que ahora el índice de Madridejos
haya bajado un poco, debido a que se da menos población, en 1998, como se
comenta en el apartado anterior (MADRIDEJOS HOY). No he continuado la gráfica
hasta 1998, debido a la falta de información.
ÍNDICES: la
Mancha
Toledo
Madridejos
1900
100,00
100,00
100,00
1910
108,12
109,66
105,89
1920
117,54
117,55
108,81
1930
133,03
129,88
120,85
1940
131,42
127,39
114,93
1950
142,10
139,98
135,12
1960
136,96
138,43
136,83
1970
119,65 124,44
138,97
1975
114,09
123,20
136,18
1980
110,63
125,21
138,39
Ver la distribución por
sexos y grupos de edad y fenómenos demográficos
Cuadros referidos a la
población desde 1.500, desamortizaciones
10. Fernández Galiano, Dimas; García Gelabert, Mª Paz y Rus, Inmaculada.Arqueología de Castilla-La Mancha. Junta de Comunidades de CLM, Consejería de Educación y Ciencia. 1989. Madrid. P 181.
11. Op. Cit. 1989. P 181.
14. Op. Cit. 1986. P 97.
19. Op. Cit. 1989. P 178.
21. González y González, J. “La Repoblación de la Mancha”. VVAA VII Centenario del infante don Fernando de la Cerda. Jornadas de Estudio, Ciudad Real, abril 1975. Instituto de Estudios Manchegos. Madrid, 1976. Pp 1-27.
23. López-Salazar Pérez, J. Estructura agraria y sociedad rural en la Mancha (S. XVI-XVII). 1ª Edición, subvencionada por la Excma. Diputación provincial de Ciudad Real. Ciudad Real, 1986. Pp 57-67.
24. Pascual Carrión. Los latifundios de España. Ed. Arial. Barcelona, 1975. Pp 135-143.
25. Villalobos, Mª L. “Régimen dominical de la provincia de Ciudad Real. S. XVIII”. Op. Cit. 1976. Pp. 202-204.
26. Viñas, C. Y Paz, R. Relaciones Topográficas ordenadas por Felipe II: Reino de Toledo. 2ª Parte. Instituto Balmes de Sociología; Instituto Juan Sebastián Elcano de García y CSIC. Madrid, 1963. Pp 1-7
27. Catastro del Marqués de la Ensenada: Toledo 1752. P. 819.
28. Censo de Floridablanca: 1787. Vol. II. Comunidad Autónoma de la Submeseta sur. Ed. INE. Madrid, 1987.
29. Valle Calzado, J.R. del “La desamortización en Castilla la Mancha” La desamortización de Madoz en la provincia de Ciudad Real. Ed. Diputación provincial de Ciudad Real. Ciudad Real, 1997. Pp 17-46.
31. Datos tomados de los padrones llevados a cabo en Madridejos. (Véase cuadro adjunto).
32. Censos de población de 1981 y 1991. Ed. INE.
33. Censo agrario de 1972. Ed. INE. Madrid, 1973.