Etnología
Remedios caseros
Nuestros antepasados no disponían de tantas farmacias o
boticas al alcance de su mano para sanar enfermedades. Ellos confiaban su
salud y la de los suyos a remedios caseros, hierbas, tisanas e incluso a
la superstición y la brujería. Pues bien, muchos de esas tradiciones han
llegado hasta nosotros e incluso hoy en día se siguen empleando tal y como
antes se hacía.
RESFRIADOS
- Ventosas. Se colocaba una perra gorda en el pecho y encima un algodón
impregnado en alcohol encendido, se ponía un vaso para taparlo y al hacer
el vacío la carne subía para arriba inundando el vaso. Este remedio se
colocaba sobre todo en el pecho para curar el mal del frío.
- Papel de estraza mojado en aguarrás se ponía sobre el pecho y pasadas
unas horas el resfriado mejoraba.
-Vino cocido con azúcar muy caliente, se ingería y mejoraba notablemente
el constipado.
-Cataplasmas de harina de linaza o de mostaza aplicadas calientes sobre el
pecho.
En cambio, si hablamos de animales sobre todo de los destinados al laboreo
de la tierra: mulas, burros, etc... para sanar un constipado a éstos se
les daba a comer las “camisas” de las serpientes previamente hervidas.
Para disimularle el sabor a los animales se les introducía en la boca con
un trozo de pan.
ORZUELOS
- Un higo seco abierto por la mitad y puesto en el ojo.
-Pasar una llave hueca repetidas veces por el orzuelo para que éste mengue
de tamaño y no moleste su picor.
OTITIS
- Antiguamente para curar la otitis se iba con un dedal a casa de
una recién parida y ésta llenaba el dedal con la leche de sus pechos. Esta
leche se derramaba en el oído del afectado bajo la creencia de que el
dolor lo producía un gusano allí alojado y que al darle la leche se estaba
quieto y ya no molestaba más, curándose así el malestar.
CICATRIZACIÓN DE HERIDAS
- Zullón de lobo. Se trataba de un hongo o seta que crecía en el
monte generalmente y así llamado porque semejaba el excremento de un lobo.
En su interior contenía un polvo que se si derramaba en las heridas hacía
las veces de astringente curándolas y cicatrizándolas en un tiempo récord.
- Para cicatrizar escoceduras o roces en la piel, pero sin llegar a tener
herida, se empleaba el aceite frío en el que anteriormente se había frito
un conejo. Se dice que la grasa que el conejo suelta al freírse junto con
el aceite de oliva frito era una buena pomada para curar las escoceduras y
calmar su dolor.
DOLOR DE TRIPA
-Se trata de una superstición, pero se dice que si un gemelo te
tocaba el vientre el dolor desaparecía.
En cambio
si se trataba de animales de laboreo, se les llevaba a los corrales de los
cerdos para que se revolcasen el morro y se tumbasen y así se les iba el
dolor de tripa.
MAL
DE OJO. DOLORES DE CABEZA
Para el mal de ojo de todos es conocida la famosa oración que
muchas mujeres del pueblo sabían y recitaban como un ritual,
principalmente a niños pequeños que estaban muy bien criados y que se
decía que habían sido aojados y por eso lloraban o estaban molestos.
De esta oración tenemos varias versiones, pero el fin era el mismo. El
ritual consistía en mojar el dedo corazón en aceite y luego dejar caer una
gota en un vaso de agua, si ésta se deshace es que te han aojado y
entonces se te decía la oración. A veces incluso este ritual no se seguía
y sólo hacía falta llevarle a la persona que iba a decir la oración un
trocito de pelo del afectado/a.
A continuación pondremos las dos versiones que de la oración han llegado
hasta nosotros. No obstante hay que recordar que casi siempre y como
normal general las recitaban mujeres y que para que surtiesen efecto,
éstas tenían que aprenderlas en viernes santo, sólo así posteriormente iba
a ser válida sino no iba a surtir efecto.
Versiones:
- (Nombre del afectado/a). Unos ojos te han hecho mal, tres te habrán
de sanar. Padre. Hijo y Espíritu Santo. La Santísima Trinidad. Si es en la
cabeza, Santa Elena, si es en el cuerpo el Santísimo Sacramento, si es en
los pies, los ángeles treinta y tres. Como estas palabras son tuyas y
verdaderas, Dios te quite todo el mal que tuvieras. Este rezo se repite
tres veces.
- (Nombre del afectado/a). Dos te han aojado y tres te sanaran. Jesús y
María y la santísima trinidad. Si es en la cabeza Santa Elena, si es en el
cuerpo el santísimo sacramento, si en los pies San Andrés y sus ángeles
treinta y tres. Jesús y María uno, Jesús y Maria dos, Jesús y Maria tres.
(Nombre del afectado/a) Dios te libre de tabaladillos, aguas azuladas y
mal de ojo.
- (Nombre del afectado/a) Santa Elena tuvo a María, Santa Isabel al señor
San Juan, así como estas palabras son verdaderas te quite todo mal que
tuvieses. Jesucristo viva, Jesucristo no muera, Jesucristo te quite todo
el mal que tengas. Este rezo también se repite tres veces.
JABÓN PARA LAVARSE Y PARA LAVAR LA ROPA
Este tipo de jabón aún se sigue utilizando, aunque ya solamente
para lavar la ropa a mano, pero antiguamente se empleaba también para
lavarse la manos ya que las dejaba muy limpias y desinfectadas. Su receta
es la que sigue:
En un barreño se ponen los siguientes ingredientes:
-Un kilo de sosa caústica.
-Un puñado de sal.
-Siete botes (como medida) de kilo de agua.
-Siete botes de aceite sobrado de frituras.
Todo esto se mueve continuamente en el fuego hasta que espese, una vez
espeso hay que echarlo en una caja de cartón hasta que se endurezca. Luego
se corta del tamaño que se quiere y ya se puede utilizar para lavar.
Al hilo de esto se cuenta que en Madridejos existía un almazara y que tras
la cosecha de aceituna, cuando ésta se estaba elaborando para hacerse
aceita, la gente se iba al río y los desechos de esta elaboración, es
decir, la grasa que soltaba formando una balsa por encima del río, la
recogían las mujeres para elaborar este jabón.