Etnología
Juegos - LA PÍDOLA.
En cuanto había unos
pocos jóvenes juntos y les gustaba el SALTAR A PÍDOLA, pronto organizaban
el juego, no se necesitaba mucho terreno, pues con unos metros a lo largo
había bastante, por lo que se podía jugar en cualquier parte, aunque
generalmente se hacía en las plazas y en el Paseo del Cristo, y se
practicaba bastante. Se hacía un lomito estrecho de tierra, que iba a ser
el que serviría de raya. No se hacía la raya en el suelo, porque al
pisarla no se notaba a penas, y sin embargo en el lomo de la tierra se
veía a la perfección, y así no había discusiones "de que no la he pisado,
de que si la has pisado". Para ver el que sería el que hiciera de BURRO,
se hacía a suerte. Ya lo tengo dicho en otro juego anterior, pero voy a
repetirlo. Cogía uno una china, y en la espalda para no ser visto, la
ponía en una de sus manos y las cerraba las dos. Luego presentaba los
puños a otro, que elegía uno. Si no tenía la piedra había ganado, y se
quedaba con ella el mismo, que volvía a repetirlo. Cuando alguno eligió
donde estaba, entonces este se quedaba con ella, y el que la había tenido
quedaba libre. De esta forma el último que se quedaba con ella, era el
perdedor, el que tenía que hacer de BURRO. Se doblaba por el tronco y por
la cintura atravesado, con la cabeza en la parte derecha del que tenía que
saltar sobre él. El saltador tomaba carrerilla, y corriendo ponía las
manos en la espalda del agachado BURRO, pasaba la pierna derecha por la
parte de la cabeza, y la izquierda por el culete, y de esta forma pasaba
por encima al otro lado. Así saltaban todos, y entonces el agachado se
retiraba un poco corto del lomo de tierra que hacía de raya. Se volvía a
saltar de nuevo y si todos pasaban, el BURRO se retiraba otro poco más, al
final la distancia era considerable, y no se podía hacer solamente de un
brinco, entonces se usaba "dos medias" y "una entera". Se iba corriendo,
poniendo el pie delante del lomo de tierra (raya), se daba una zancada con
el otro pie y una segunda zancada con el contrario, que eran las "dos
medias", para luego sentar los dos pies juntos "que era la entera", y con
el impulso de como iba corriendo, un salto para poner las manos en la
espalda, y como las demás veces pasar al otro lado del burro. Si alguno
por apurar mucho pisaba un poco la raya, había "marrao" y entonces
relevaba al agachado y tenía que ponerse de BURRO al principio de la raya.
También "marraba", el que con las "dos medias", la "entera" y el salto
final, no llegaba a pasar por encima del BURRO al otro lado, pues para él
estaba muy retirado. Cuando más se realizaba este juego eran los Domingos
al mediodía en la Plaza del Imperio, y por las tardes en el Cristo, y
también en las plazas de los barios, pues aquí en el pueblo había buenos
saltadores y les gustaba que los vieran la gente, que efectivamente acudía
bastante a verles.
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