Etnología
Juegos - PIES QUIETOS
No era de los más frecuentes. Pero se pasaba
bastante bien con él si no era mucho tiempo.
No había número determinado de jugadores pera para que
funcionara debían ser por lo menos cuatro o cinco. Se donaba y uno,
o una, se la quedaba, este se cogía la pelota, que era de goma o de
lana, -no valía pelota de forros, de las de jugar a mano-.
Todos los jugadores se ponían juntos y tocando al que se la
quedaba. Este lanzaba la pelota al aire y decía: "Una, dos y tres.
Pies quietos" Mientras tanto todos los demás se habían alejado todo
lo posible. Porque en el momento en que se oía el "pies quietos" ya
no se podía avanzar más.
Entonces el que se la quedaba intentaba dar con la pelota a uno
de los otros. Si este era dado, pasaba a quedársela él y se volvía a
empezar el juego. Si no daba a nadie era él mismo el que volvía a
quedársela.
VARIANTE: Es un juego divertido en el que tiene que haber bastante
espacio para jugar. Se elige a un/a niño/a para que haga de primer
jugador. Se traza un círculo o cuadrado en el que se mete el jugador
elegido. El resto de niños rodean a este jugador.
El jugador lanza al balón al aire (lo más alto posible) y dice el
nombre de alguno de sus compañeros de juego. Todos echan a correr
menos el peque nombrado que debe atrapar el balón antes de que caiga
al suelo. Una vez que lo atrapa debe decir "Pies quietos !". Y todos
se deben quedar parados.
El jugador con el balón puede dar tres pasos para acercarse más a su
objetivo. El objetivo: dar con el balón a la persona que quiera. Si
lanza el balón y falla, deberá abandonar el juego. Si acierta, el
que abandona el juego es al que ha dado.
El juego termina cuando todos los jugadores han sido eliminados, y
gana el niño que haya quedado.
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