Etnología
Juegos - LA TABA
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Dos o más, aunque si son más
de cuatro el juego pierde ritmo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Tabas: hueso de la rodilla del carnero.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: No.
REGLAS DEL JUEGO: Aunque hay muchas modalidades, la más extendida es
aquella en la que se utilizan cinco tabas, que podrán ir pintadas de
vivos colores. Cada lado de la taba recibe un nombre: hoyos, panza o
tripa, liso y carnero. Con este orden se irán sucediendo las rondas y el
proceso será siempre el mismo. Cuatro de las tabas se arrojan al aire y
se dejan caer al
suelo. La quinta se irá lanzando hacia arriba y dejando caer. Mientras
la taba está en el aire la jugadora/or irá colocando las que están en el
suelo en la cara de tripas, luego en hoyos, etc. y así hasta conseguir
pasar por todas las caras en todas las
tabas. Gana el participante que lo consiga con menos lanzamientos.
También la jugadora o jugador lanza al aire los
cinco huesos y trata de recuperarlos con el dorso de la mano. Repite la
operación con los que no se le han caído, pero esta vez trata de
cogerlos con la palma.
Otra modalidad consiste en lanzar una taba mientras se va cogiendo el
resto de una en una, de dos en dos, de tres en tres y, finalmente, todas
de una vez. En ocasiones, tras lazar las tabas, la jugadora o el jugador
sitúa la mano formando un arco con el dedo índice y el pulgar. El juego
consiste en hacer pasar las tabas por debajo del arco, primero de una en
una, después de dos
en dos, de tres en tres y, por último, todas a la vez.
También se llama “al pon
y al saca”. Era un hueso pequeño del brazuelo del animal con un agujero.
Si éste caía hacia arriba era el “pon”, es decir, había que poner
alfileres hasta que uno se quedase sin ellos, con lo que quedaba
eliminado.
VARIANTES: EL ZURRIAGO.
Esta modalidad era propia de los niños. Se apostaban cromos que se
ganaban o perdían según la posición en la que caía la taba: “liso”
ganaba un cromo; “carnero”, dos; si salía “hoyo” tenías que poner un
cromo en el montón; y si salía “tripa”, tenías que poner un cromo y
recibir un “zurriagazo”, es decir, un latigazo generalmente con el
cinturón.
ANÉCDOTAS: Su origen se remonta a los orígenes de las civilizaciones
indoeuropeas y llegó a Sudamérica durante la conquista española. En
España se sustituyó como juego de apuestas en momentos en que los
casinos o salas de juego estuvieron prohibidos.
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