FLORA Y FAUNA |
LIEBRE
IBÉRICA
(Lepus granatensis)
Orden: Lagomorfos. Longitud del
cuerpo: entre 44 y 50 cms. |
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En la Península Ibérica hay tres especies de liebres: la liebre de piornal (Lepus castroviejoi, Palacios,1976), la liebre europea (Lepus europaeus, Pallas, 1778 ) y la liebre ibérica (Lepus granatensis, Rosenhauer, 1856). De estas tres especies la más extendida y abundante en España es la liebre ibérica, un endemismo ibérico que podemos localizar en Andalucía, ambas Castillas, Extremadura, Levante y algunas zonas de Galicia y de la Cordillera Cantábrica, pero no está presente en el oeste de Galicia, ni en el occidente de Asturias. La liebre de piornal tiene un área de distribución muy restringida, en ambientes montanos, en alturas superiores a los 1.000 metros, de tal modo que sólo está presente en la Cordillera Cantábrica, siendo Asturias y León los territorios que cuentan con una población más abundante de liebre de piornal. La liebre europea mantiene poblaciones reseñables en los Pirineos, norte de la provincia de Burgos y la práctica totalidad de Cantabria, aun cuando ha visto restringida su área de distribución ya que hasta hace poco, también estaba presente en Navarra, País Vasco y la costa catalana. La liebre europea (Lepus europaeus) es la de mayor tamaño, en torno a 4 Kg, y la de más amplia distribución mundial apareciendo en la práctica totalidad de Europa y en el noreste de la Península Ibérica, al este del Narcea y al norte del valle del Ebro. Estas tres especies de liebres, que son territorialmente incompatibles entre sí, se diferencias por su aspecto y forma. La liebre ibérica, que a su vez cuenta con tres subespecies: la liebre de Galicia (Lepus granatensis gallaecius, Miller 1907), la liebre de Mallorca (L. g. solisi, Palacios y Fernández, 1992) y la liebre ibérica, (L. g. granatensis, Rosenhauer, 1856), es la menor de las tres especies de liebres peninsulares. Otras diferencias anatómicas aparecen en el cráneo y en la disposición de los incisivos superiores (más inclinados hacia adentro en la L. granatensis), aun cuando el rasgo más apreciable para diferenciarlas visualmente aparece en el color de la capa, de modo que en la L. granatensis el color del vientre es de un tono blanco sucio, que se extiende por una mayor superficie que en las otras dos especies, extendiéndose por las patas anteriores y posteriores, en los que forma una banda blanca muy marcada. La liebre tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido. El tipo de vida que lleva la liebre, en terreno abierto, sin refugiarse en madrigueras abiertas en el suelo, ni entre piedras o troncos de árboles, motiva una especial adaptación del animal a este medio, habiendo desarrollando una particular estrategia defensiva dentro de la etología de la especie. Así, la liebre no solo es muy veloz y ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Km/hora, sino que está siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras colocadas de forma erguida, para escudriñar y vigilar cuanto sucede en su territorio, en la forma que se reproduce en la imagen principal que ilustra esta ficha. La liebre es también sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a su lugar de encame, sino que con la clara intención de despistar a posibles depredadores y diluir su rastro, efectúa bruscos giros y cambios en el sentido de la marcha, para terminar dando un gran salto cuando está próxima a su refugio, colocándose en sentido contrario al llevado en la marcha. La
liebre tiene una constitución característicamente atlética, con
extremidades finas y largas, pero particularmente dotadas de unos músculos
muy poderosos que cuentan además con la peculiaridad de contener hemoglobina,
lo que le da el característico color rojo oscuro a su carne, permitiéndole
que su velocidad y resistencia en la marcha sea superior a la de otras
especies como el conejo. Longevidad: Entre 7 y 9 años en libertad, mientras que en cautividad puede alcanzar de 12 años de vida.
Celo: Tiene lugar a lo largo de todo el año, aun cuando los periodos
de celo se solapa con los períodos de máxima abundancia de alimento, de modo
que la disponibilidad de comida es lo que va a condicionar más la reproducción
del animal, si bien la climatología favorable también le beneficia. Gestación: La gestación dura de 42 a 44 días (de 28 a 33 días en el conejo). La gestación de la hembra es de lo más curiosa, habiéndose descrito varios fenómenos en la especie: - La superfetación: tras la primera cópula queda fecundada, pero sigue siendo receptiva y no interrumpe la ovulación; al poco tiempo, gracias a los espermatozoides que es capaz de retener desde el primer apareamiento, otros óvulos quedan fecundados, desarrollando entonces dos embarazos diferentes, diferidos en el tiempo. - La reabsorción: consiste en la desaparición física de los embriones implantados en el útero y que por alguna razón han muerto. Lo que puede afectar a uno o varios fetos, por lo que se admite que el aborto no se da en la liebre. Época de parto: La hembra puede criar durante todo el año, aunque el mayor porcentaje de hembras preñadas se da en los períodos febrero-abril y junio-julio. Parto: Las hembras jóvenes solo tienen dos partos al año, pasando al segundo o tercer año a tener 3 ó 4 partos anuales, lo que mantiene en los años posteriores. La liebre, a diferencia del conejo, no pare en madrigueras, sino que lo hace al aire libre en un lugar que habilita sobre el suelo llamado paridera, una cama que es acondicionada con pelos del animal y hierba seca, donde da a luz a sus lebratos. El primer parto es el menos numeroso, con solo 1 ó 2 lebratos, siendo los siguientes de 3 ó 4 individuos, excepcionalmente 8, aunque en la literatura científica se cita el caso de una hembra muerta que tenía en su interior 10 fetos (Simonin, 2000). Duración de la lactancia: La hembra permanece con las crías durante los tres primeros días. A partir de este momento separa los lebratos y para protegerlos los coloca en lugares individualizados y diferentes, visitándolos solo al atardecer para amamantarlos durante menos de 3 minutos. Desde los primeros días las crías pueden comer por sí mismos, correr y poner en práctica mecanismos de autodefensa, por lo que se considera que son unos de los mamíferos más precoces. Madurez sexual. Alcanzan la madurez sexual a los 12 meses. Se considera que una liebre es adulta a partir de los 15 meses, cuando pesa unos 1.500 gramos . Alimentación. La liebre se alimenta básicamente de gramíneas, las que integran un 75 % aproximadamente de la dieta del animal, aun cuando también incluye en su alimentación otros productos vegetales como raíces, bulbos, cortezas de plantas leñosas y frutos silvestres e incluso carroña, particularmente en época de escasez. Muy curiosa dentro de la etología de la liebre, al igual que ocurre con el conejo, es la producción por el animal de unos excrementos esféricos y húmedos recubiertos de mucus que son reingeridos, tomados directamente del mismo ano, sin masticar, ricos en vitamina B12 y microflora, necesarios para la digestión de la celulosa, lo que se conoce como coprofagía, con lo que se desarrolla una falsa rumia. El proceso se ha descrito del siguiente modo: el alimento a la salida del estomago se introduce en el ciego, donde fermenta, estos vegetales ya medio aprovechados, no pueden retroceder de nuevo al estomago, como hacen los rumiantes, sino que los lagomorfos recogen estos alimentos directamente del ano y los vuelven a ingerir, mezclándose con nuevos alimentos del estomago, formado lo que son conocidos como bolos cecales (de ciego). Hábitats. La liebre ibérica busca terrenos llanos y
abiertos, donde predominen los sembrados cerealistas y con algo de monte bajo.
Aún así, es capaz de acomodarse a los más variados paisajes, pudiendo vivir
en la media y alta montaña, haciendo de su potente carrera y del mimetismo
sus mayores defensas. La excesiva presión cinegética, la mecanización del campo, particularmente la recolección de cereales con cosechadoras, que ocasionan muchas muertes de liebres todos los años, son también otras amenazas para la especie. |
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José Moreno Rosell
1915-1996 |
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