PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA Y ELECCIÓN DEL TERRENO
Planteado el problema de medir un terreno, la forma más cómoda es
ajustarlo a poliedros, cuantos más lados ajustemos del poliedro más exacta
será la representación obtenida. Se trata pues de disponer de instrumentos
que midan distancias y ángulos sobre el terreno y representarlos a escala en
un papel.
El polígono más sencillo, es el triángulo, para determinar uno basta
con conocer tres datos, siendo uno de ellos un lado. A base de triángulos se
pueden construir poliedros cuyas caras sean triángulos.
El triángulo se puede aplicar tanto a medidas de superficies como
desniveles del terreno (triángulos rectángulos).
Los aparatos de topografía dan bastante precisión
en la medida de ángulos (teodolitos) y poca en la medida de distancias de
ahí que partiendo de un único lado, interese construir el resto de la red
triangulada midiendo solamente ángulos.
Hemos explicado que se trata de construir triángulos
midiendo ángulos, lo que permite que se puedan referenciar puntos distantes a
muchos kilómetros con la condición de que desde uno de ellos sean visibles
al menos otros dos para poder cerrar el triángulo. Esos puntos fijos son los
vértices de la base principal, que una vez fijada pueden servir de referencia
para seguir construyendo triángulos a partir de los lados del primero o bien
subdividir el triángulo principal en otros menores para las redes de orden
superior.
Se trataba pues de construir un lado del primer
triángulo, a partir de ahí y midiendo sólo ángulos se puede determinar
cada uno de los vértices de la red en sus tres coordenadas (X,Y,Z).
El problema era "medir" el primer lado. Con
la instrumentación disponible en la época la manera más precisa era ¡¡con
una regla!!. Se necesita un terreno lo suficientemente plano, estable
térmicamente de manera que, elegidos los dos primeros vértices se puedan
unir mediante un camino no necesariamente nivelado, en el que se pueda ir
transportando la regla. Además es necesario que esos dos primeros vértices
se puedan ver desde otros para poder hacer comprobaciones.
El terreno elegido fue Madridejos, los dos primeros
vértices el cerro de la Carbonera y el
del Juego de los bolos, los vértices auxiliares fueron Carril, Paredón, Conde, Paniagua, Lindero, Huertas, Yesos y Corral.
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Vista de la Carbonera desde El juego de los
Bolos
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Jesús Rodríguez Zamorano
